La Feria del Vino de Falset llega a su fin después de un mes de visitas y actividades

La Feria del Vino de Falset llega este 31 de mayo a su fin después de facilitar casi 600 visitas a bodegas de la DO Montsant y la DOQ Priorat durante todo el mes de mayo. De esta forma, culmina una feria que este año, por un lado, representó el regreso a la presencialidad, en el formato que era habitual hasta la llegada de la pandemia y, por otro, ha replicado la fórmula de 2021, haciendo posible la reserva de catas en bodegas mediante una plataforma online.

La Feria de Vino de Falset (Muestra de los Vinos de la DO Montsant y la DOQ Priorat) cierra así su 27ª edición con unas cifras que dejan a los organizadores muy satisfechos: el récord histórico de degustaciones de vino servidas en Falset el primer fin de semana de mayo; unos setenta bodegas implicadas y casi 600 reservas formalizadas en bodegas durante el mes de mayo.

“La Feria del Vino de Falset nació con vocación de servir a toda la comarca y al sector del vino, y creo que 27 años después el certamen sigue siendo útil porque hemos sabido adaptarnos a los tiempos, no hemos perdido la vocación de sumar y hemos sabido conectar con un público cada vez más interesado en el mundo del vino y con más ganas de descubrir la tierra de la que salen los vinos que les gustan”, opina Carlos Brull, alcalde de Falset y presidente de la comisión organizadora.

En este sentido, en cuanto al público que se ha desplazado a las bodegas del Priorat, alrededor de un 50% son de las comarcas de Barcelona y, en su mayoría, de Barcelona ciudad. Tarragona y Reus son otras ciudades con un importante peso entre los visitantes. Por lo demás, la distribución de los públicos queda muy repartida por todas las comarcas de Cataluña.

En cuanto al perfil del visitante, la encuesta que han respondido a las bodegas participantes en el certamen indica que un 50% de los visitantes tienen un conocimiento del vino “alto”, mientras que un 25% son de nivel “medio”.

La Feria en las bodegas ha permitido que la comarca se haya vuelto a convertir en un gran escaparate vitivinícola todo el mes de mayo, dando continuidad a la fórmula diseñada durante la pandemia con el objetivo de que la Feria no se detuviera y siguiera siendo útil en las bodegas, a pesar de los diversos confinamientos.

De hecho, “la propuesta de la Feria a lo largo de todo el mes de mayo ha permitido a los visitantes trascender la visita de un día y organizar estancias de un fin de semana o de más días con la idea de conocer mejor la comarca y las sus propuestas enoturísticas”, según Carlos Brull.

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